SEMANA
SANTA EN ITALIA
Semana Santa
en Italia, más conocida como Pasqua,
se llena de representaciones y fiestas populares por todo el país.
De Norte a Sur, Italia vive una sucesión de procesiones, ritos
religiosos, fiestas tradicionales, representaciones sagradas y
tradiciones folclóricas. Pueblos enteros se reúnen en sus plazas
durante la Semana Santa, para celebrar y conmemorar el drama de la
Muerte y Resurrección de Jesús.
Durante
la noche de Viernes
Santo,
las calles se iluminan con antorchas y se llenan de multitudinarias
procesiones. El Domingo de Pascua, la fiesta se manifiesta mediante
el vuelo de palomas, fuegos artificiales y actividades religiosas en
una Italia fiel a sus tradiciones. Durante este domingo de Semana
Santa, se consume cordero, huevos y dulces en forma de paloma ,
llamado Colomba.
El
huevo,
unos de los iconos de la Pascua de la semana santa en Italia, es
símbolo de vida y está presente en muchas culturas desde la
antigüedad. Según los expertos, los primeros que usaron el huevo
como elemento de buena suerte fueros los persas, que celebraban la
llegada de la primavera con el intercambio de huevos de gallina. En
Occidente, esta tradición se remonta a 1776, cuando el responsable
de la abadía de St.
Germain-des-Pres
donó al Rey Luís VII, recién llegado a París tras la segunda
Cruzada, productos de sus tierras, incluidos grandes cantidades de
huevos. El hábito de regalar huevos durante este periodo está
directamente ligado a la fiesta de la primavera y de la fecundidad.
Entre
las celebraciones más populares en Italia – exceptuando las
procesiones de Roma
y el
Vaticano con la misa que oficia el Papa- durante la Semana Santa, que
tienen como protagonista el huevo, encontramos las fiestas de
Urbania,
en la provincia de Pésaro, donde cada año tiene lugar el
tradicional juego llamado Punta
e cul,
inspirado en las costumbres de los campesinos, cuando durante la
mañana de Pascua y los dos días siguientes, se encontraban en los
corrales para desafiarse con el juego del huevo. Se preparaban
cientos de huevos cocidos y se llevaban al corral en una cesta. Los
participantes, normalmente unos veinte, se colocaban en círculo
mientras los huevos se colocaban en el centro en forma de S. El
participante que tenía la suerte de comenzar podía escoger un huevo
y valorar su consistencia mientras los demás sólo podían elegir el
huevo consecutivo. El juego empieza así, y es necesario golpear el
huevo con el siguiente por la parte más puntiaguda. El vencedor es
aquel cuyo huevo permanece intacto y que consigue romper todos los
demás huevos. Pero el desafío no termina aquí porqué la
competición continúa utilizando la otra parte del huevo, la más
redondeada.
En
Tredozio,
situado en la provincia de Forlí, tiene lugar cada año el mismo
tipo de celebración de Semana Santa, llamado Sagra
e il Palio dell’uovo.
A cada participante se le ofrece un huevo cocido con la cascara
coloreada, que servirá para participar en la competición de batir
el huevo. Los dos concursantes deben golpear sus huevos hasta que uno
se rompa, y gana, obviamente, aquel que mantiene su huevo cocido
intacto. Además, en Tredozio se celebran más juegos típicos de la
tradición rural, como la famosa pentolaccia
y la carrera del huevo sobre la cuchara.
El
momento más espectacular del día en este pueblo italiano es la
competición de los “comedores” de huevos cocidos. Los
participantes disponen de 3 minutos para comer el mayor número
posible de huevos hervidos, ayudados por grandes jarras de cerveza.
El record a batir es nada más y nada menos que 17 huevos.
En
Montefalco,
en Perugia, este tipo de concurso se llama Gara
della Ciuccetta,
y se desarrolla el lunes de Pascua.
Dejando
de lado las fiestas que giran entorno al huevo de Pascua, en toda
Italia encontramos durante la Semana Santa, numerosos ritos que
recuerdan la Pasión
de Cristo y
que se intensifican a medida que se acerca el Viernes Santo, cuando
los fieles viven un día de luto y lo expresan mediante actividades
populares.
En
Strettoia,
en provincia de Lucca, las manifestaciones de Semana Santa empiezan
el Domingo de Ramos en la Piazza del Paese, donde se representa la
llegada de Jesús y sus discípulos a Jerusalén. Las celebraciones
continúan el jueves Santo en la iglesia de Sant’Ippolito en
Cassiano, con la limpieza de los pies y la representación de la
Última Cena. El Viernes Santo, el pueblo se ilumina con la
reconstrucción del Calvario. El Domingo de Pascua, el actor que
representa a Jesús vuelve a la iglesia entre los aplausos de los
fieles.
En
Cerdeña,
los ritos y tradiciones de la Semana Santa son realmente sugerentes:
En Sassari
por ejemplo, las celebraciones se inician con una misa en la Iglesia
de las monjas Capuchinas y con labendición de la Palma en la Iglesia
de la Santísima Trinidad. Durante toda la semana Sassari se llena de
procesiones y representaciones que se concentran en el centro
histórico de la ciudad sarda y en sus iglesias.
En
Oliena,
en la provincia de Nuoro, durante la Semana Santa se celebra el rito
de la Scrocifissione:
el Cristo se retira de la Cruz de las Pie
Donne,
mientras grupos de hombres y mujeres van en su búsqueda por las
iglesias de Oliena, todos los días hasta el Sábado, cuando la
estatua es encontrada. Este reencuentro desemboca en una
multitudinaria procesión. Lo más curioso es que durante las
procesiones, mientras los participantes visten el traje típico del
pueblo, los ciudadanos que no participan se sitúan en los balcones
con fusiles, pistolas y otras armas y disparan al aire anunciando la
resurrección.
Los
ritos españoles de la Semana Santa en Italia son una óptima ocasión
para descubrir el arte, la cultura y las tradiciones de Sulcis
Iglesiente,
en Cagliari
(Cerdeña), región de mar y de minas, cuna de la dominación
catalano-aragonesa.
En
Iglesias,
el martes tiene lugar la procesión de los Misterios, el jueves la
procesión de Addolorata,
y la procesión más popular es el viernes Santo, donde se representa
la misma escena del funeral de Jesús desde el siglo XVII.
En
Villa
Massargia,
las fiestas comienzan el Jueves Santo con la Lavanda
dei Piedi, y
continúa toda la Semana Santa con más ritos, procesiones y la
celebración religiosa de Su
Scravamentu.
Hasta el lunes de pascua, el pueblo vive una continua celebración.
En la
localidad de Bormio,
en Lombardía, tiene una tradición única en su género, que
proviene de las raíces pastorales de la tierra. El rito que se
practica durante la Semana Santa se llama “Pasquali”, tradición
que homenajea la llegada de la nueva estación, mientras se organizan
distintas competiciones en las calles de Bormio. Durante estas
fiestas se bendicen cinco corderos, vestidos con los ropajes
distintivos de los cinco distritos del pueblo.
Una paloma es la
protagonista de la famosa celebración del Scoppio
del Carro
que tiene lugar durante Semana Santa en Florencia.
Se trata de una interesante fiesta que tiene su origen en tres
fragmentos del santo sepulcro que se conservan en la Chiesa
dei Santi Apostoli.
Los tres trozos de piedra llegaron a Florencia gracias a Pazzino
de’Pazzi que se embarcó en 1907 con las cruzadas hacia Palestina y
llegó a la Ciudad Santa. La historia cuenta que cuando Jerusalén
fue liberada, los cruzados se reunieron en la Iglesia de la
Resurrección distribuyendo fuego bendito provocado por el roce de
los tres fragmentos del Sepulcro. Durante los años sucesivos las
tres piedras se utilizaron para encender el cirio pascual. Más
tarde se utilizó un carro que transportaba el fuego sagrado a las
casas. Con el pasar de los años, esta tradición evolucionó hasta
ser un espectáculo de fuegos artificiales que involucra a toda
Florencia. El carro sigue el recorrido des del Piazzale del Prato
hasta el Duomo de Florencia, donde se une con el altar mayor mediante
un cable de metal. En ese cable se sitúa una paloma
con una ramita de olivo en el pico. Esta paloma es la encargada de
llegar al carro con la mecha encendida para dar comienzo a los fuegos
artificiales. Si todo este ritual finaliza con éxito, augura un año
positivo para los florentinos.
Encontramos
todo tipo de manifestaciones religiosas y populares por toda Italia
durante la Semana Santa. Por ejemplo, en Ruvo,
situado e la provincia de Bari, en un escenario
histórico-arquitectónico magnífico, tienen lugar procesiones que
se remontan al año 1600. Una de las más conocidas es la Desolata.
En
Civita
y Frascineto,
pueblos de Cosenza, tienen lugar los Vallje,
danzas y cantos populares en Arberesh
(albanés), para conmemorar la victoria de Skandeberg
sobre los turcos. Para huir de se dominio de los turcos, muchas
familias albanesas emigraron a la Italia meridional. El abad del
monasterio griego de San Pietro les otorgó a estas familias algunas
tierras en el siglo XV, tierras situadas en el actual pueblo de
Frascineto.
En la
Isla de Ischia,
en el Golfo de Nápoles, la Semana Santa es rica en tradiciones al
aire libre, en las plazas de los pueblos genuinamente mediterráneos,
y donde se puede disfrutar de deliciosos manjares de su cocina
tradicional. Algunos de los ritos más populares de la isla es la
Corsa
dell’Angelo,
que se remonta de una tradición del 1600, y representa el encuentro
entre la Virgen y el Hijo resucitado.
También
Sicilia,
al igual que en otras regiones italianas, participa en las fiestas de
Semana Santa con ritos particulares derivados de antiguas costumbres
locales.
Encontramos
en cada rincón de Sicilia infinitos matices, celebraciones
populares, paisajes increíbles y magníficos vestidos que provienen
de las antiguas hermandades: se realizan peregrinaciones y
procesiones de hombres y animales con atuendos festivos que desfilan
por las calles de las ciudades sicilianas. Los sonidos de la Semana
Santa son aquellos de las campanas mudas por el duelo, y por las
campanas que repican durante horas.
Sicilia
se convierte en un gran escenario repleto de representaciones del
dolor y de la alegría de la Semana Santa.
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